Reflexión final

Para esta reflexión final me gustaría analizar la creación literaria y el por qué es tan importante desarrollarla en la escuela. 
La creación literaria en la escuela es algo que muchas veces queda en un segundo plano porque pensamos que otros contenidos curriculares son mucho más importantes o les pueden servir más a los niños, pero olvidamos que es tan importante como los demás contenidos porque se desarrolla la imaginación y la creatividad de los niños desde que son pequeños. Además puede ayudar a fomentar la animación lectora porque empiezan escuchando los relatos, poesías o obras teatrales de los demás compañeros y desarrollan un interés por seguir leyendo diferentes historias. Siguiendo con la animación lectora, los niños pueden buscar inspiración en otros textos literarios para crear sus propios textos.
Los niños son una fuente de imaginación interminable, y muchas veces, se cortan sus alas por diferentes motivos. El primero es como ya decía antes, que la creación literaria se considera algo prescindible por lo que esa vía de expresión queda vetada para ellos. También porque muchas veces esos textos se evalúan por lo originales que son o dejan de ser, y por la ortografía. De esa manera, creamos en el niño un sentimiento de frustración, por el cual, a lo mejor, esa es la última vez que escribe un texto. Pero si que creo que debe de haber una corrección de los textos, es decir, si hay expresiones mal escritas, verbos, palabras, etc., se le pueden mostrar al niño para que este aprenda cómo deben escribirse bien, que este mejore su expresión escrita y por consiguiente, también mejore su expresión oral. Por supuesto sin juzgarle, sino enseñándole a mejorar, y como ya comentaba antes, nunca evaluando, porque un texto literario no debe ser evaluado. 
Debemos fomentar que los niños escriban, que imaginen, que cuenten sus historias. Y no pasa nada si un día a uno no se le ocurre nada que escribir, al día siguiente seguro que tiene alguna historia que escribir y, con la que posiblemente, deje boquiabierta a toda la clase. 
Escribir también ayuda a estructurar mejor los pensamientos, porque cuando te pones a ello tienes que pensar qué vas a contar, cómo lo vas a contar, qué orden va a tener, etc. Por ello, es tan importante que los niños escriban, porque van a ser capaces de pensar con más claridad y desarrollar sus ideas mejor. Por otro lado, también desarrollan la capacidad de síntesis porque tienen que decidir qué partes a lo mejor deben resumir y qué partes explicar de manera más extensa. 
Al darles la libertad para que creen todo lo que quieran, estamos confiando en ellos dándoles la oportunidad de sentirse especiales, y de que desarrollen su autoestima, que es muy importante en la escuela. Por otro lado, sentirse escuchados por los demás compañeros cuando leen sus historias también fomentará su autoestima. 
La creación literaria se puede llevar a cabo de forma individual, pero también se puede realizar en grupos. Eso ayuda a que en la clase exista un consenso, se fomenta el respeto porque todos tienen que escuchar las ideas de los demás compañeros, y se crea en la clase un sentimiento de comunidad por crear algo entre todos. Una vez más, todos los alumnos se sienten escuchados, por lo que también se vuelve a fomentar su autoestima. 
También, debemos asumir que es una actividad que se debe hacer para que los niños disfruten de lo que hacen, que muchas veces, sobretodo en la enseñanza tradicional, la lúdica y el disfrute quedan apartados de la escuela. Y no hay mejor forma de aprender que disfrutando porque al crear una experiencia buena en el aula y en el niño, siempre será mucho más recordada y ayudará a que los niños quieran seguir aprendiendo y haciendo nuevos textos literarios. 
En definitiva, la creación literaria es una actividad que no tendría que quedar relegada en la escuela porque es muy beneficiosa para los niños en todos los sentidos. Les ayuda a pensar, fomenta su imaginación, aumenta su autoestima, y disfrutan haciéndolo. Por ello, como futuros docentes, tenemos que hacer hincapié en que los niños escriban textos literarios, aunque suponga un esfuerzo extra tener que crear ejemplos para enseñarles, porque esa será también una forma de alentarles. También debemos animar a los niños a hacerlo, a que no tengan miedo de expresar todo lo que tienen en sus cabezas, porque siempre va a ser gratificante escuchar todo lo que tienen que decir. Y aunque las primeras veces, la actividad no salga como esperamos que va a salir, debemos seguir insistiendo una y otra vez, porque los niños irán mejorando, irán aprendiendo y llegará un momento en qué todo el tiempo y esfuerzo empleado en ello, dé sus frutos y tengamos delante de nosotros a muchos escritores con ganas de seguir creando.

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